El seguro para mascotas se ha convertido en una herramienta fundamental para los propietarios de perros y gatos en España. Su principal objetivo es cubrir gastos veterinarios inesperados y ofrecer tranquilidad frente a posibles reclamaciones por daños a terceros. Sin embargo, no todos los dueños eligen la póliza adecuada, y los errores más frecuentes suelen provocar situaciones desagradables cuando llega el momento de utilizar el seguro.

Conocer de antemano los fallos más habituales puede ayudarte a evitarlos y garantizar que tu mascota esté realmente protegida. Y recuerda que siempre puedes [comparar tu seguro de mascotas](https://www.segurodemascota.com/comparador) en apenas un minuto y ahorrar hasta un 40 % en tu póliza anual.




## No leer las exclusiones de la póliza

Una de las equivocaciones más comunes al contratar un seguro de mascotas es no prestar atención a las exclusiones. Aunque en la publicidad se destaquen las coberturas principales, todas las aseguradoras marcan límites y situaciones que no quedan protegidas.

Normalmente, las exclusiones incluyen:

* Enfermedades o lesiones preexistentes al contratar la póliza.
* Gastos de prevención, como vacunas, desparasitaciones o revisiones anuales.
* Esterilización o castración, salvo en seguros premium con condiciones específicas.
* Partos y atención médica a las crías.
* Tratamientos considerados estéticos o no esenciales.

Si no se revisan estos puntos, es fácil creer que el seguro ofrece una cobertura total, cuando en realidad hay muchas circunstancias que quedan fuera.



## Contratar pensando solo en el precio

El precio es un factor decisivo, pero elegir la póliza más barata sin valorar qué coberturas incluye puede ser un error muy costoso. Una prima reducida puede sonar atractiva, pero si únicamente cubre responsabilidad civil y deja fuera la asistencia veterinaria, la utilidad del seguro será limitada.

Por ejemplo, una cirugía de urgencia en un perro puede superar fácilmente los 1.000 euros. Si el seguro contratado no cubre este tipo de intervenciones, el propietario tendrá que asumirlo íntegramente.

La clave es buscar un equilibrio: una póliza que ofrezca coberturas adecuadas al perfil de la mascota y a un precio razonable.




## No tener en cuenta los períodos de carencia

El período de carencia es el tiempo que transcurre desde la contratación de la póliza hasta que determinadas coberturas empiezan a estar activas. Muchos propietarios creen que el seguro entra en vigor de manera inmediata, pero en la mayoría de los casos no es así.

Lo habitual es que los accidentes estén cubiertos desde el primer día, mientras que para enfermedades suelen aplicarse plazos de entre 15 y 90 días. Si se desconoce este detalle y el animal enferma poco después de contratar el seguro, los gastos correrán a cargo del dueño.



## No revisar la red de clínicas veterinarias concertadas

Algunos seguros funcionan con una red de veterinarios concertados. Esto significa que ciertas coberturas, descuentos o reembolsos solo se aplican si la mascota recibe atención en esos centros.

Este aspecto puede generar inconvenientes si no existe una clínica concertada cerca del domicilio o si el propietario prefiere mantener la atención con un veterinario de confianza no incluido en la lista.

Antes de contratar, conviene revisar qué clínicas están asociadas y valorar si son accesibles y de calidad.



## Ignorar la edad y la raza de la mascota

Otro error habitual es no considerar cómo influyen la edad y la raza en las condiciones del seguro. Algunas aseguradoras establecen límites de edad para admitir nuevas pólizas, normalmente a partir de los 8 años. También pueden excluir a razas con mayor predisposición genética a ciertas enfermedades o aplicarles primas más altas.

Por ejemplo:

* Perros grandes como el pastor alemán pueden tener limitaciones en coberturas relacionadas con displasia de cadera.
* Razas braquicéfalas como el bulldog pueden estar sujetas a exclusiones en cirugías respiratorias.

Conocer estas particularidades antes de contratar evita sorpresas en el futuro.




## Restar importancia a la responsabilidad civil

Muchos propietarios se centran en la cobertura veterinaria y descuidan la importancia de la responsabilidad civil. Esta protección es esencial, ya que cubre los daños que la mascota pueda causar a terceros, tanto materiales como personales.

Un perro puede provocar un accidente de tráfico o una caída en la calle, lo que se traduce en reclamaciones e indemnizaciones elevadas. Sin responsabilidad civil, esos gastos recaerían directamente sobre el dueño.

Aunque tu mascota sea tranquila y dócil, esta cobertura debe considerarse imprescindible.



## No comparar entre varias aseguradoras

Quedarse con la primera opción disponible es un error que puede costar mucho dinero. El mercado español ofrece una amplia variedad de seguros para mascotas, y las diferencias en precio, coberturas y límites de reembolso pueden ser notables.

Comparar permite encontrar la póliza más completa al mejor precio. Un mismo perfil de perro o gato puede costar entre 80 y 200 euros al año según la compañía y las coberturas incluidas.

La forma más rápida de tomar la mejor decisión es [comparar tu seguro de mascotas](https://www.segurodemascota.com/comparador) en un único paso y descubrir la opción más adecuada sin pagar de más.





## Conclusión

El seguro para mascotas es una herramienta de gran utilidad, pero contratarlo sin analizar todos los detalles puede dar lugar a gastos imprevistos y una sensación de desprotección. Los errores más comunes incluyen no leer las exclusiones, fijarse únicamente en el precio, ignorar los períodos de carencia, no revisar la red de veterinarios concertados, olvidar la importancia de la responsabilidad civil o no comparar entre varias aseguradoras.

La clave está en informarse bien antes de firmar y elegir la póliza que mejor se adapte a la edad, raza y necesidades de tu mascota. Tomarse el tiempo necesario para comparar y revisar cada detalle evitará sorpresas en el futuro y garantizará la tranquilidad que todo propietario busca.



Errores comunes al contratar un seguro para mascotas y cómo evitarlos

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