Contratar un seguro para tu perro o gato es una de las mejores decisiones para proteger a tu mascota y evitar gastos veterinarios elevados. Sin embargo, es importante tener claro que **ninguna póliza cubre absolutamente todo**. Cada aseguradora establece límites, exclusiones y condiciones específicas que pueden marcar la diferencia en el momento de usar el seguro.

Por eso, antes de firmar una póliza, conviene revisar qué gastos no suelen estar incluidos y valorar si merece la pena complementarlos con coberturas adicionales. Si quieres conocer las opciones disponibles en España, lo más recomendable es **[comparar tu seguro de mascotas](https://www.segurodemascota.com/comparador)** y encontrar la póliza más completa para tu perro o gato en solo un minuto.




## Tratamientos preventivos y de rutina

Aunque algunos seguros premium incluyen revisiones anuales o vacunas, lo habitual es que los tratamientos de prevención no estén cubiertos.

Entre ellos destacan:

* Vacunaciones obligatorias o voluntarias.
* Desparasitaciones internas y externas.
* Tratamientos antipulgas o contra garrapatas.
* Revisión rutinaria de salud.

Esto significa que, incluso con un seguro a todo riesgo, el propietario suele asumir los gastos de la medicina preventiva, que en España pueden rondar entre **100 y 200 € al año** dependiendo del animal.




## Esterilización y procedimientos de control reproductivo

La esterilización o castración es uno de los procedimientos más habituales en clínicas veterinarias, pero en la mayoría de seguros básicos no está cubierta.

Algunas pólizas avanzadas pueden incluir un reembolso parcial, aunque con límites económicos o condiciones específicas (por ejemplo, solo si se hace antes de determinada edad). En general, este gasto sigue recayendo en el propietario, con un coste medio de entre **120 y 300 €** según el tamaño del animal.




## Enfermedades preexistentes y congénitas

Uno de los puntos más importantes a revisar es que los seguros **no cubren enfermedades o patologías que el animal ya tenía antes de la contratación**. Tampoco suelen cubrir enfermedades congénitas o hereditarias, muy comunes en ciertas razas.

Ejemplos:

* Displasia de cadera en perros grandes (pastores alemanes, labradores).
* Enfermedades renales en gatos persas.
* Problemas cardíacos en bulldogs.

Esto significa que, aunque la póliza cubra hospitalizaciones o cirugías, esos casos quedarán fuera si ya estaban diagnosticados previamente.




## Parto, gestación y cría

El seguro de mascotas tampoco suele cubrir gastos relacionados con el embarazo, parto o cuidados de las crías.

* Consultas veterinarias durante la gestación.
* Cesáreas y complicaciones del parto.
* Atención médica a los cachorros.

En algunos seguros de gama alta puede haber coberturas limitadas, pero en la mayoría de los casos estos costes corresponden íntegramente al dueño.




## Cirugías y tratamientos estéticos

Los tratamientos considerados **no médicos o estéticos** quedan excluidos. Esto incluye:

* Cirugía estética (como corte de orejas o cola).
* Implantes o prótesis sin justificación médica.
* Microchip si no es exigido por normativa local.

Este tipo de gastos, aunque puntuales, no son asumidos por las aseguradoras porque no se consideran esenciales para la salud del animal.





## Accidentes o daños bajo determinadas circunstancias

Aunque un seguro a todo riesgo cubre accidentes, hay excepciones importantes:

* Si el accidente ocurre bajo negligencia del dueño.
* Si el animal participa en peleas o actividades ilegales.
* Daños causados por perros catalogados como potencialmente peligrosos sin la licencia correspondiente.

En estos casos, la aseguradora puede rechazar tanto la atención veterinaria como la responsabilidad civil.





## Tratamientos alternativos y medicina complementaria

Cada vez más veterinarios ofrecen terapias alternativas como acupuntura, fisioterapia, homeopatía o tratamientos naturales. Sin embargo, la mayoría de seguros para mascotas no las incluyen en sus coberturas.

Algunas pólizas premium sí ofrecen reembolsos parciales para fisioterapia en procesos de recuperación tras una cirugía, pero son excepciones muy concretas.




## ¿Cómo evitar sorpresas con el seguro de tu mascota?

La mejor manera de evitar malentendidos es leer detenidamente la póliza y fijarse en tres puntos clave:

1. **Exclusiones generales**: tratamientos, enfermedades o servicios que nunca estarán cubiertos.
2. **Límites de reembolso**: aunque un gasto esté cubierto, puede tener un tope anual.
3. **Períodos de carencia**: tiempo que debe pasar desde la contratación hasta que empieza la cobertura (ejemplo: 3 meses para enfermedades).




## Conclusión

Un seguro para mascotas ofrece tranquilidad, pero no cubre absolutamente todo. Gastos rutinarios, esterilizaciones, enfermedades preexistentes o partos suelen quedar fuera de las pólizas más comunes. Por eso es clave analizar bien cada cobertura y elegir el seguro que más se adapte a las necesidades de tu perro o gato.

La recomendación más práctica es **[comparar tu seguro de mascotas](https://www.segurodemascota.com/comparador)** antes de contratarlo y asegurarte de que sabes exactamente qué cubre y qué no, evitando sorpresas desagradables cuando más lo necesites.



Gastos que normalmente no cubre un seguro para perros o gatos

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